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INSTALACIÓN BISAGRAS 2


Trazado sobre la puerta: con un gramil, calcule la distancia entre el borde del gozne y la moldura de la puerta. Quítele 1mm (un margen en caso de que la puerta deforme). Trace la distancia obtenida sobre la puerta para que sirva de indicativo del lugar donde se colocará el gozne. Coloque este último en el lugar indicado y dibuje su contorno.



Hacer la muesca: se mide el grosor de la chapa del gozne. Seguidamente, con un formón  se hace una entalladura que corresponda a dicho grosor. Mantener derecho el formón a lo largo de las líneas (con el borde plano sobre la línea trazada), luego inclínelo 45º para hacer las incisiones. Por último, para alisar la superficie, manténgalo de plano.

Bisagras en la puerta: en primer lugar, fije las bisagras en las entalladuras efectuadas  sobre la puerta. Perforar agujeros iniciales con el punzón o con la barrena de mano para garantizar una mayor fijación de los tornillos. Utilice tornillos para madera de cabeza avellanada que atornillará con un destornillador o con el taladro atornillador.


Trazado sobre la chambrana: una vez que las bisagras de la puerta hayan sido fijadas, coloque la puerta abierta, apoyada sobre cuñas, sobre la chambrana. Tenga la parte macho del gozne en su sitio y verifique su posición con respecto a la entalladura (rectifique si es necesario). Marque los puntos para los huecos de los tornillos.

Colocación de las bisagras: perforar agujeros iniciales con una barrena de mano o con un taladro provisto de una broca de diámetro pequeño, con la finalidad de no dañar la madera al atornillar. Fije provisionalmente las bisagras con un solo tornillo, a fin de poder verificar el buen funcionamiento de la puerta al abrir y cerrar.



Colocación en la puerta: si la puerta no gira con facilidad o no está vertical, desatornille las bisagras de la chambrana. Profundice una de las entalladuras, o varias, tanto como sea necesario. A menudo basta con profundizar una entalladura superior en un milímetro para evitar cualquier defecto ulterior.


Colocación definitiva: sólo una vez que la puerta abra y cierre correctamente se podrán atornillar completamente las demás bisagras. El truco para facilitar el atornillador consiste en frotar el roscado de los tornillos con una vela o un trozo de jabón. Las cabezas de los tornillos no deben sobrepasar las hojas de las bisagras.
  

Rechinamiento de las bisagras: engrase regularmente los goznes para evitar que rechinen. Abra la puerta en ángulo recto y levántela por los quicios, deslizando por debajo un elevador de puertas.
El elevador de puertas: no es necesario desquiciar completamente la puerta; basta con levantarla un centímetro, lo que le permitirá alcanzar fácilmente cada una de las bisagras sin correr el riesgo de dañar la chambrana.

Mantenimiento: limpie los pasadores de los goznes (o los pernios) con un trapo impregnado en aguarrás y engráselos con aceite. Retire la clavija y gire la puerta repetidas veces para que se distribuya bien el lubricante en los pasadores. Limpie las manchas de aceite que queden con un trapo limpio.

Bisagras mal fijadas: puede ocurrir que las bisagras se muevan al cabo de un cierto tiempo porque los tornillos se hayan aflojado. Verifíquelo abriendo y cerrando del todo la puerta repetidas veces.

Reemplazar los tornillos: abra la puerta y sujétela de manera que los elementos de las bisagras estén perfectamente encajados en sus respectivas muescas. Retire los tornillos y reemplácelos por otros de 15 o 20 mm más de largo.

Nueva perforación: si colocar un tornillo más largo no da resultado, desmonte la bisagra y agrande el agujero. Talle un taco de madera (un poco más largo que el hueco) en forma de cono. Insértelo en el agujero (corte lo que sobrepase con el formón). Perfore un agujero inicial y atornille la bisagra nuevamente.
Reemplazar una bisagra: si las nuevas bisagras no tienen la misma dimensión que las antiguas, también deberá tapar los huecos con tacos de madera (untados con cola para madera). Le quedará aún por efectuar el trazado, tallar las muescas o colocar las nuevas bisagras.

Bisagras de puertas para recubrir: la colocación de este tipo de bisagras se efectuará de manera muy diferente. Es necesario, en primer lugar, indicar con una plantilla de taladrar (generalmente suministrada con estas bisagras) los ejes de los huecos que han de taladrarse. El macho de la bisagra debe estar fijado al batiente de la puerta.

La perforación: perfore los huecos con una broca de diámetro ligeramente inferior al de las varillas fileteadas. Para colocar las bisagras en su sitio, atornille las varillas fileteadas en la madera. Deslice seguidamente las dos partes encajándolas para ensamblar la bisagra.


 
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